Carmita Manila es la conjunción de dos de los nombres que cuentan nuestra historia familiar. Fue ella, Carmita, nuestra tatarabuela cubana la que introdujo en nuestra familia los primeros mantones desde Manila (Filipinas) y desde ese momento, como en muchas otras familias, pasan de generación en generación convirtiéndose en auténticos tesoros.

Nuestros mantones, atemporales y eternos, son la mejor representación de la fascinación por una prenda única y artesanal, que distingue y da elegancia a la persona que lo lleva y define a la que lo regala.